sábado, 31 de enero de 2009

EXTRACTOS DE PERIODICOS - EMPLEOS DE EMERGENCIA

Extraido de La Vanguardia del 27/01/09

EMPLEOS DE EMERGENCIA

PARECE que, finalmente, el fondo extraordinario de inversión local por valor de 8.000 millones de euros para financiar obras en los ayuntamientos con carácter urgente ha tenido una masiva acogida. Los alcaldes se han apuntado a esta nueva fuente de dinero estatal como fórmula para reforzar las escuálidas arcas municipales, que han sido duramente castigadas por la crisis de la construcción y la caída de la recaudación.

Es importante que la fórmula diseñada por el Gobierno Zapatero para crear empleo de forma rápida con objeto de hacer frente a los estragos que la recesión ocasiona en el mercado laboral tenga éxito, ya que es mucho el dinero público que se ha movilizado. El Ministerio de Administraciones Públicas estima que entre este año y el próximo se podrían crear 270.000 empleos directos y otros tantos indirectos, aunque estas cifras quizás pequen de excesivo optimismo.

Hay que lamentar, sin embargo, que este enorme esfuerzo inversor del Gobierno y de los ayuntamientos se pierda en multitud de obras menores, de parches ciudadanos, sin apuestas estratégicas que tengan continuidad en el tiempo. Únicamente se creará empleo público a golpe de talonario por un tiempo concreto, al estilo de las antiguas peonadas. Esta medida, por tanto, sólo debe entenderse como de auténtica emergencia, pero bajo ningún concepto es ejemplar ni justifica autocomplacencia alguna por parte del Gobierno. El dinero público debe invertirse con criterios productivos y con una correcta relación coste-beneficio social. En el caso que nos ocupa, el riesgo de despilfarro y de corruptelas es demasiado elevado.

Además de esta acción concreta, el Gobierno lo que debe hacer es concentrarse en imprimir la máxima celeridad posible a las inversiones en infraestructuras programadas en los presupuestos del Estado, por valor de 33.000 millones de pesetas, para que no suceda lo mismo que el año pasado, en que un 30 por ciento de las obras públicas previstas no han sido licitadas todavía. Y la misma celeridad debería presidir la adopción de ayudas al sector inmobiliario para reducir cuanto antes el stock de viviendas sin vender, con objeto de que se puedan empezar otras nuevas, así como impulsar definitivamente los incentivos para la rehabilitación. Cuanto más eficacia y urgencia se imprima a todo ello, antes se paliarán los graves efectos que la recesión tiene sobre el empleo. Todo ello, como es obvio, siempre que se logre normalizar la concesión de créditos por parte de la banca, que actualmente asfixia al conjunto del consumo y de la actividad empresarial.

No hay comentarios: