viernes, 19 de noviembre de 2010

¿ES MEJOR UN ALONSO O UN LOEB?

Este fin de semana, Robert Kubica vuelve a los rallies. El polaco competirá en Antibes, en Francia, con un Renault Clio 1600. Para empezar, ante pilotos como Kubica, hay que quitarse el sombrero. Primero, porque no tiene inconveniente en añadir a su agotador calendario de Fórmula 1 más ocupaciones y viajes. Después de llegar de Japón, según acabe el rallie, se vuelve a Corea,. Segundo, y por encima de todo, pilotos como Kubica merecen un enorme reconocimiento por su increíble pasión por todo lo que signifique competir a bordo de cuatro ruedas.

En decenas de ocasiones se ha planteado la pregunta y el debate: ¿Es mejor piloto Fernando Alonso o Michael Schumacher que Carlos Sainz en su día, o Sebastian Loeb en el presente? La respuesta, ni es sencilla, ni se puede simplificar. En primer lugar, la especialización de cada disciplina es tal, que para destacar en cada una de ellas se requieren años de una progresiva formación que resulta difícilmente extrapolable de una a otra. Sin pretender una respuesta salomónica, la comparación entre los pilotos de Fórmula 1 y de rallies es de complicada conclusión.

Pero, en mi caso particular, sin embargo, sí me gustaría aportar una serie de apreciaciones totalmente subjetivas, fruto de la experiencia sobre el terreno tanto en la Fórmula 1 como en el Mundial de Rallies. Y en este sentido, tengo que reconocer que siento un profundo respeto y admiración por el piloto de rallies. Sinceramente, creo que tiene más mérito rodar al límite en un Montecarlo por la noche con las famosas placas de hielo invisibles, o ante las fulgurantes curvas y cambios de rasante de Finlandia, que hacerlo en Montmeló o Abu Dhabi. Intentaré explicarme.

Como Kimi Raikkonen está descubriendo, las condiciones cambiantes e inesperadas que presentan los tramos obligan a improvisar de manera constante. En este sentido, son mejores las "manos" de un piloto de élite de rallies. Os equivocarías si creeis que esta afirmación implica restar mérito a Alonso o Hamilton pasando a fondo la 130R o algunas de las curvas de Spa. Por no hablar de los atributos que hacen falta para realizar algunos adelantamientos a bordo de un monoplaza, a 250 km/h. Pero, además, cuando se comprueba el tipo de pistas y las condiciones climatológicas en las que se celebran muchos rallies, un piloto de esta disciplina no cuenta en un tramo con el colchón y las medidas de seguridad que su colega de circuito. Solo hace falta recordar, por ejemplo, las imágenes del reciente Rallie de Japón.

Recuerdo hace ya años, un Rac de Gran Bretaña, 1992. Carlos Sainz se jugaba el título con Didier Auriol. Diluviaba. Atravesando el día antes con nuestro coche uno de los tramos, era increíble comprobar lo resbaladizo del terreno. En muchas curvas teníamos que girar, casi parados, con nuestro vehículo. Cuando al día siguiente Sainz y compañía rodaban a casi 190 km/h en esa especial, flanqueados por hileras e hileras de pinos, comprendí de primera mano lo extraordinario que es un piloto de rallies. Por talento, y también por valor. Seguro que Loeb no tiene la habilidad para sacar la quintaesencia del Ferrari de Alonso en un circuito. A la inversa, tampoco. Pero queda la duda ver si un piloto de circuitos correría tan cómodo y seguro en su entorno natural como lo haría junto a los acantilados de Córcega, por poner un ejemplo.

Así que, desde un punto de vista personal, capacidad de improvisación y de riesgo otorgan un plus al piloto de rallies. Por ello, vale la pena reconocer el mérito de un Kimi Raikkonen, que se las ha "pegado de cuello vuelto" este año. O del sueco Mattias Ekström, capaz de terminar entre los seis primeros en un Rallie de Suecia, ganar en el DTM, correr la Nascar, y batir a todo el que se le puso por delante en la Carrera de Ocasiones. De un Loeb, siete veces campeón del mundo, y segundo en las 24 Horas de Le Mans. O de un Robert Kubica, tan apasionado por el simple hecho de pilotar, que es capaz de pasar de un Renault de Fórmula 1 a un simple Clio 1600 con el que se puede pegar un buen "castañazo". Contestando a la pregunta que encabeza este artículo, estos son para mí los mejores pilotos, aquellos que se atreven con todo. ¿Vosotros, qué pensáis?

Articulo de Javier Rubio

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